El futbol profesional de Dinamarca fue testigo de la «Gran amistad» con la que viven todos los futbolistas, si le haces falta a uno viene otro y toma venganza
Fue en un partido de Nordsjælland contra el Midtjylland cuando se originó una entrada peligrosa por parte de uno de los futbolistas, una barrida sucia dejó a uno de los contrincantes tendido en el piso mientras que el equipo contrario recuperaba el balón.
Pero esto no duro demasiado ya uno de los compañeros del jugador herido decidió tomar venganza por mano propia o en esta ocasión por «pata» propia.
Con una fuerte barrida más sucia que la primera el jugador derribó al contrincante como si fuera futbol americano y rapidamente se empezó a armar la trifulca en el estadio.
Tras pasar unos segundos entre empujones, insultos y un jugador retorciéndose en el pasto el árbitro no tuvo otra opción que expulsar al jugador que cometió la segunda falta.
