En Brisbane, Australia, un hombre sorprendió a su madre con una parrillada para la familia, sin saber que todo terminaría en una tragedia y que la única víctima sería…. ¡su precioso jardín!
Todo era felicidad y alegría hasta que el muchacho vio que el fuego se estaba apagando, entonces, con mucha delicadeza se acercó y roció un poco de combustible (mal hecho) pues el fuego se expandió y recorrió el chorro de combustible hasta llegar al contenedor.
El hábil joven logró librarse de las llamas aventando el contenedor de combustible a la parte más hermosa del jardín de su madrecita hermosa.
Aaron Packer se libró de una muerte calientita, aunque desconocemos cuantos cinturonazos le haya dado su progenitora….