Preocupación y angustia prevalecen entre los habitantes del municipio de Ixtlahuaca, Estado de México, ante la desaparición de cuatro menores de edad en menos de un mes.
La primera alerta se registró con el secuestro de Einar y Briana, ocurrido frente a un local tipo lavandería en dicho municipio. El hecho quedó captado por las cámaras de seguridad de los establecimientos cercanos.
Pese a la gravedad del caso, la alcaldesa Guadalupe Díaz minimizó el suceso, asegurando que se trató de un conflicto familiar entre los padres de los menores. Sin embargo, los propios familiares desmintieron esta versión, exigiendo que las autoridades investiguen el caso con seriedad.
La preocupación aumentó este 20 de octubre, tras reportarse la desaparición de dos menores más: Monserrat, de 16 años, y Benito, de apenas 1 año, quienes ya cuentan con una ficha oficial de búsqueda.
Ante esta ola de desapariciones, la comunidad vive con miedo e incertidumbre, mientras exige respuestas y acciones concretas a las autoridades municipales y estatales, denunciando que la inseguridad en Ixtlahuaca ha rebasado los límites y que no se puede seguir ignorando la gravedad de la situación.
