En un movimiento que ha generado sorpresa, Florida se ha convertido en el primer estado de Estados Unidos en referirse al Golfo de México como «Golfo de América». La denominación fue incluida en la orden ejecutiva 25-13, emitida por el gobernador Ron DeSantis, en el contexto de una emergencia climática causada por una tormenta invernal que afecta la región.
La orden menciona que «un área de baja presión se mueve a través del Golfo de América», adelantándose así al presidente Donald Trump, quien durante su discurso inaugural prometió cambiar oficialmente el nombre del Golfo de México. Según Trump, el cambio es apropiado debido al papel predominante de Estados Unidos en la región, afirmando: “Vamos a cambiar el nombre del Golfo de México a Golfo de América, que es hermoso y abarca mucho territorio”.
Aunque este anuncio ha sido bien recibido en algunos sectores dentro de Estados Unidos, también ha provocado controversia, especialmente entre ciudadanos y autoridades mexicanas, quienes consideran que una medida de este tipo no puede ser adoptada unilateralmente.
El gobernador DeSantis, al declarar la emergencia por la tormenta que se dirige hacia Panhandle, reforzó el uso del término propuesto por Trump, a pesar de que el cambio de nombre aún no ha sido oficializado.
La iniciativa de renombrar el Golfo de México es solo una de las políticas impulsadas por Trump desde su llegada al poder, generando un debate global sobre su impacto diplomático y geopolítico. Mientras tanto, Florida marca un precedente al adoptar el nuevo nombre de forma anticipada.