Fue en un bosque de Eslovaquia, donde dos ciclistas descendían en una pista de tierra cuando los interceptó un enorme oso pardo
Uno de los ciclistas que viajaba detrás del otro logró captar el momento en el que su compañero se dio un encontronazo con un enorme oso quedando justamente entre los dos.
Afortunadamente el ciclista se percató de la presencia del peludo y pedaleó tanto como pudo para no ser alcanzado, mientras que el otro ciclista se detuvo por completo.
Tras llegar a la curva el oso se dio por vencido y el ciclista regresó con miedo de encontrar al oso de nuevo si continuaba por la pista de tierra.