¡Ver para creer!, mujeres violan a su pastor evangélico – En Desacuerdo

¡Ver para creer!, mujeres violan a su pastor evangélico

¡Ver para creer!, mujeres violan a su pastor evangélico

ZIMBABUE.– Estas tres mujeres fueron identificadas y tienen al rededor de 21 años y 25 años, juntas participaron en el brutal abuso sexual contra el religioso, cuyo nombre se mantiene en anonimato por cuestiones legales.

Las tres presuntas violadoras viven en la misma vivienda donde fue violado el pastor, quien atiende una capilla en el mismo vecindario. Ayer enfrentaron al juez, quien las procesó bajo el cargo de asalto indecente agravado.

ATAQUE CONTRA EL PASTOR EVANGÉLICO

El 14 de julio pasado a las 7 p. m., el hombre se acercó a la casa de las agresoras para cobrarles un dinero que tenían con él. Una vez en la puerta, una de las féminas lo acompañó al interior de la vivienda. Una vez dentro, la mujer lo sujetó por la cintura y comenzó a acariciar sus partes íntimas ante la sorpresa de la víctima.

“Fue forzado a acostarse en la cama y lo desvistieron. Una de las agresoras se sentó en su pecho mientras él trataba de sacársela de encima”, relató el fiscal.

 “Otra mujer, quien estaba en el mismo cuarto, sujetó sus piernas juntas y se sentó sobre él, presionándolo contra la cama”, añadió.

Mientras tanto, la restante agresora sexual  llevó condones donde estaban sus amigas con el pastor, y le “colocó uno”, para que sostuvieran relaciones sexuales con él.

En primera instancia las tres negaron haber violado al pastor, aunque reconocieron que lo asaltaron indebidamente. “Estábamos solo jugando alrededor de su culto. No pensé que se lo tomaría seriamente”, admitieron. Una solo intentó despegarse de la violación y dijo que ella únicamente se acercó para llevar la protección. “No fui parte de eso. Solo me llamaron para llevar condones. Tenemos condones por toda la casa y había algunos en la habitación, así que solo los llevé”, dijo.

Querían comprobar que podía excitarse

Una de las supuestas agresoras señalo:

“Él siempre camina cerca de mí mientras me baño y dice que es inalterable porque es un hombre de Dios. Solo quería que viera que podía excitarse. No quería ejecutar toda la violación. Quería que él viera que no era especial y que no era inmune a la excitación sexual. Cuando lo toqué, inmediatamente se excitó. Y eso era lo que todas queríamos ver”.